sábado, 14 de febrero de 2009

problema de diseño reiterativo

me pasa con fotolog, ahora con blog


siempre mis cosas me parecen re angostas, como q los blogs o los fotologs d los demas son mas anchos y mas lindos....


puede ser?

cosas de san valentin

a todo lo q subo le pongo una foto, es ley...


soy re habitos jajaj.



me voy a dormir.

encuestas a catamarca/ganas d vivir ahi/un tipo q me propone cocinarme lo q quiera si voy a catamarca a conocerlo (?)/viajar/dormir 40 min/bañarme/tren a retiro/el 20 a costanera sur/jaime ross con lu/llama jenny y me dice q llego a bs as (!!!) :D/152/santa fe y thames/llega sofi/empanadas de berenjena/caminar muchas cuadras hasta hostel de jenny/plaza serrano/3 stellitas artois y un agua mineral/chau lu y sofi/hola lolo/una rosa q me recuerda q estamos en san  valentin y q es el cumple de cande/chau utopia bar/arriba del 151/puente saavedra/7 cuadras hasta el depto/la anorexica mas anorexica de mi vida/ascensor/cepillada d dientes/pichicito/cepita de pera/dormir rapido q mañana me espera lanus!

lindolindolindomuy

yo, un dia, voy a ser tu novia...o por lo menos te voy a dar un beso mientras bailamos la perla.

sos muy lindo chico con nombre rana q me hace tener ganas de ser activista!

miércoles, 11 de febrero de 2009

cuentin viejin



Y si en tu sueño, soñaras?

Corre la cortina púrpura con lentitud para asomar la cabeza y así, ver a través de la ventana, las primeras gotas de lluvia otoñal. Vuelve a correrla para así dejarla en su posición inicial. El día le apasiona. Mientras prepara un té con limón en una de las nuevas tazas que había comprado, Martina mira su reloj el cual le indica que solo le queda media hora para llegar a su clase de pintura. Vuelve hacia la sala de estar sosteniendo la taza con su mano derecha, de fondo logra percibir el sonido del ascensor que se estacionaba en su piso, se escucho el timbre de la puerta de Osvaldo, tal vez lo estaría visitando su hija Inés. Toma el té sin apuro, puesto que no sentía ansiedad, y mientras tanto miraba hacia afuera a través de un lugarcito entreabierto que logro encontrar entre las cortinas. El viejo sillón de la sala le brindaba una gran comodidad.
Vistió unos jeans viejos, con roturas tales como arrugas que indicaban el paso del tiempo, unas medias color verde oscuro, un sweter también gastado color negro invadido de bolitas de lana (las cuales pensaba quitar con una maquinita afeitadora cada vez que las veía, luego lo olvidaba y las bolitas perduraban en su morada de lana hacía ya un largo tiempo), por último calzó unas zapatillas negras de lona. Antes de salir lavo la taza, agarro su bolso cargado de témperas, crayones, acuarelas, pinceles, lápices y demás, sin olvidar la carpeta con hojas canson número seis blancas. 
La puerta retumbó, y después de siete cuadras pisaba el segundo escalón del Instituto.
Apenas entró saludo tímida, pero amablemente a cada compañero. Cuando Adrián, su profesor llegó, ella sólo pudo sonrojarse y sonreír en forma de saludo cordial, sin ningún tipo de insinuación. 
La clase comenzó y poco a poco fue sacando cada herramienta de trabajo de su bolso colocándolas en su mesita de madera sin barnizar. Tomó una hoja y empezó a pintar con témperas un gran camino de color amarillo; a los costados, una gran vegetación túpida y en el medio del mismo una niña que vestía un hermoso vestido púrpura con un moño color celeste sujetando sus cabellos castaños, calzando unos zapatos blancos. Aquella observaba con gran fuerza y tristeza a un globo color rosado que se alejaba cada vez mas. La pequeña se veía triste, con un gran desconsuelo. A lo largo del camino Martina pintó juguetes y golosinas, las pequeñas huellas de la niña se veían cada vez más grandes a medida que el camino avanzaba.
Mientras guardaba cada herramienta en su bolso para regresar a casa, Adrián comenzó a acercarse hacia ella con pasos firmes, su andar era realmente encantador y sus manos bailaban en el aire. La miró sólo un instante y la besó. Probablemente ella nunca lo hubiera esperado. En ese lugar, en ese momento, todo era muy confuso. No era tal como ella solía soñarlo cada noche, pero su corazón no la dejó pensar en mas nada, solo la invito a deleitarse con aquel beso, que era el mas dulce y esperado de la Tierra. Mientras ella sentía una armonía indescriptible, él la sostenía de la cintura con su mano derecha y con la izquierda acariciaba el rostro como si éste fuese la copa mas frágil del mundo. Ella fue feliz, sintió una inmensa felicidad.
De pronto una copa cayó al piso. Martina lloró mucho y no entendía por qué. Despertó en su departamento ubicado en la calle Bartolomé Mitre al 1570. Atónita, aturdida, desconsolada. Sin saber como reaccionar. Abrió el cajón de su mesita de luz y sacó unos blancos pañuelos de tela con los que pudo secarse las lagrimas.
Fue hasta el baño, se miró al espejo y terminó por reírse, aunque esa risa estaba cargada de un gran dejo de tristeza.
Corrió hacia su baúl, en el mismo guardaba cientos de cosas, cartas, boletos de colectivos que había tomado en fechas importantes, papeles de golosinas, su primer muñeca, libros, entre tantas cosas mas. Hasta que al fin encontró lo que tanto buscaba, una frase que guardaba tal como si fuese oro. Ésta decía: “¿Y si durmieras? ¿Y si en tu sueño, soñaras? ¿ Y si soñaras que ibas al cielo y allí recogías una extraña y hermosa flor? ¿Y si cuando despertaras tuvieras una flor en tu mano?¿ Ah, entonces qué?”. Terminó por decir en voz alta: “por Coleridge”. Suspiro y penso “ Los sueños se hacen realidad”, su alma se llenó de esperanzas.
Se sentó en el sillón del living, pudo ver como comenzaban a caer las primeras gotas otoñales. Se acercó y corrió lentamente la cortina púrpura, miró hacia fuera y contempló el crepúsculo. Lo adoraba. Volvió al sillón y continuó observando las gotas que corrían por la ventana desde ese punto. Pisó nuevamente la alfombra azulada, pero esta vez sus pies marcaron otro rumbo. Llegó a la cocina y tomó una de las tazas que hacia unos días había recibido como regalo de cumpleaños. Eran verdes. Hubiese preferido comprar unas que tenía en vista...en fin, el pensamiento se esfumó y puso a calentar un té con leche en el microondas, de manera tal, que actuara como calefacción contra esa tarde de frío. Miró el reloj de la cocina y pudo advertir que todavía faltaba para su clase de teatro. Mientras tanto prendió la televisión pero nada logró distraerla, el sueño que la había lamentablemente despertado no la dejaba concentrarse. Lo recordaba constantemente. De un momento a otro se perdió mirando el blanco techo de la sala, en la imaginación las horas pasan mas rápido, y además, pasan como a uno le gustaría. ¡Pero así pasaron!. Bruscamente volvió la cabeza para divisar la hora, ya era tiempo de alistarse. Tomó los libretos guardados en su carpeta, el paraguas escondido detrás de la puerta de entrada y caminó casi corriendo hasta la parada del colectivo. Esperando en la parada, todavía sacudía sus pies que un gran baño celestial habían recibido durante la caminata. Observó la calle, tan infinita, tan llena de personas, ¿ que seria de la vida de todos ellos? Que cosas los harían ponerse felices, que cosas les aquejarían en su alma. El anochecer estaba hermoso, y sintió una armonía especial que la hizo sonreír.
El colectivo frenó y Martina bajó el último escalón. Pasó por un quiosco y recordó que debía comprar una colita para el pelo, la cual fue requerida por la profesora, ya que estaba terminantemente prohibo asistir con el pelo suelto. Eligió una color púrpura no tan grande y continuo su camino.
Rápidamente buscó una de las butacas del teatro para no perder por completo la propuesta de trabajo, su demora la obligó a ojear de manera evidente los apuntes de Hernán, su compañero. En pocos minutos lo teórico había finalizado y estaba por darse inicio a la parte práctica de la clase. Al levantarse de la butaca vió entrar a Adrián, que como siempre llegaba tarde. Hoy mas que de costumbre. No pudo evitar sonreírle y sonrojarse. La clase ahora sí tenia mucho sentido. Antes de cerrar su cuaderno preguntó la fecha y la escribió.
Las dos horas de teatro habían finalizado, instantes después Martina y Adrián salían juntos del Instituto como eventualmente venía sucediendo.
Caminaron unas cuadras hasta llegar a una placita chiquita, de barrio, escondida. Adrián vestía un pantalón de corderoy marrón con un sweter (no muy abrigado) color negro un tanto gastado por el paso del tiempo. Su pelo se movía con el viento de la noche, tenía esa peculiar manera de mover las manos al hablar. Estaba inquieto y sonreía mostrando sus blancos dientes. Sentada junto a él con su diminuto cuerpo se quitaba la mochila de los hombros apoyándola en el banco en donde permanecían sentados desde hacia ya media hora.
Hablaron horas como solían hacerlo sin parar. Pero algo le intrigaba, no se animaba a preguntarlo. 
De golpe su atención logro ser desviada del paquete que él tenia en manos. Volvió a acomodar la mochila sin ningún sentido, pero si con una razón, los nervios la inquietaban. Adrián estaba diciéndole que iba a irse de la ciudad, que soñaba con viajar, con encontrar trabajo en algún otro lugar y estar mas tranquilo. La mirada de Martina pudo verse inundada en un charco de tristeza y soledad, se observaron tiernamente y terminaron por estallar sus cuerpos en un fuerte abrazo. Lo abrazó como si no fuera a soltarlo jamas, y de su boca salió el mas sincero “No te vayas Adrián, te amo”. Él la miro como si estuviese apreciando la mas frágil copa de cristal en el mundo. Se alejó unos centímetros sin decir nada, tomó el paquete y se lo dió. Era lo que ella tanto miraba desde que lo vió entrar al teatro. Lo abrió secándose las últimas lágrimas y descubrió un cuadro. Lo hice para vos –dijo Adrián sonriente -. Era un camino amarillo; a los costados del mismo se podía observar una hermosa vegetación túpida, en el medio, una niña vestida con un traje color púrpura que sólo se dignaba a mirar un globo rosado que se alejaba cada vez mas de ella. Disperos sobre el lienzo muchos juguetes y golosinas yacían tirados en el camino.
Cuando Martina vio este cuadro sólo pensó en volver a abrazarlo muy fuerte y darle el beso mas hermoso del mundo. Fue un momento verdaderamente mágico en su vida, jamás lo olvidó. Cuando al fin se separaron de tanta pasión y alegría, él la miro y solo dijo -“ Te venís conmigo?”-.
Bostezó, eran casi las 12 - demasiado tarde, pensó- . Sonrío por el final del cuento que su tía había obsequiado hacia unos días. Lo dejó sobre su mesita de luz, tomó el último sorbo de té, apagó la luz y antes de cerrar los ojos estiró su preciado acolchado púrpura.

"Por ejemplo, un día que estaba dejando escapar el agua de la tina en donde acababa de bañar a la niña, Facundo le mostró que el agua al salir giraba en contra de las manecillas del reloj, esto se debía a que toda la energía en el universo se desplaza de manera circular. Los seres humanos han preferido ignorar este hecho y explicar el mundo de una manera lineal, lo cual les acarrea infinidad de problemas. ¿Por que? Porque si uno concibe al mundo como una linea que tiene principio y fin, le surge una necesidad ficticia de ser el que esta adelante de todos, el primero, el triunfador. El que tiene mas conocimientos , mas dinero, mas belleza, mas zapatos y así hasta el infinito. Lo mas curioso, decía Facundo, era que dentro de esta concepción del mundo nadie podía considerarse una persona feliz a pesar de ser un ganador, pues al momento de obtener un triunfo ya estaba pensando en obtener otro, y la angustia por competir todo el tiempo no deja lugar a la felicidad. Facundo pensaba que para encontrarla tendríamos que volver a la concepción circular del mundo, ya que dentro de un circulo no hay principio ni final.
Nadie llevaría la delantera. Nadie puede ocupar el primer lugar simplemente porque no existe. En cualquier punto que uno se ubique esta a la misma distancia del centro, por lo tanto, nadie es mas importante que los demás. Lo primordial es formar parte del circulo y no la posición que uno ocupa dentro de el. La vida seria muy diferente si pensáramos de esta manera. La gente dejaría de desear obtener el primer lugar, ser el mas guapo, el que mas libros ha leído, el que gana mas dinero, el que corre mas rápido, el que saca puro diez, el que tiene el coche mas caro, por dar solo algunos ejemplos. Ganar o perder quedarían fuera del vocabulario y lo fundamental en la vida seria vivir..."

hagamos filas de espera pero de una manera mas comoda





cuando la quede en retiro, hace ya casi un mes...tuve q hacer una nueva fila para q alguien se dignara a cambiarme el pasaje por el micro q sigue, en ese momento de incertidumbre pero de "igual todo bien" pense, "por q las personas no hacemos filas pero sentados en el piso onda indios?" es mucho mas comodo!.

tambien en estos dias pense que quien se haya encargado de negociar el tema de las horas laborales y de las pocas vacaciones de las que goza el ser humano tambien la pifio zarpado, aunque la logica me indica que probablemente ese negociado lo hizo alguno que en su puta vida trabajo.

yo no trabajo desde hace casi dos meses, asi q la estoy pasando bomba pensaran, pero NO, entro en la encuesta que realizo clarin y que despues tranformo en nota que habla acerca de como nos re acostumbramos a trabajar y a no disfrutar del ocio. contaba como mucha gente evade las vacaciones y no solo por cuestiones economicas algunos sino por esta cosa de no poder parar un poco...en fin, soy una mas de ellos intentando cambiar la corriente q yo misma me cree.

entre otras cosas estoy ansiosa de q venga calle 13 y subirme al escenario cuando el chabon q canta en calle 13 que creo q se llama rene, pero prefiero seguir llamando el chabon q canta en calle 13 porque ese nombre es re rana, bueno me imaginaba q me hacia subir porque claro, me vio entre la multitud justo a mi! y me canta la perla y bailamos un poquito y ahi se da cuenta q soy el amor de su vida y nos vamos a puerto rico a ser activistas y a liberar dicho pais!.
Esto me hace acordar a cuando Tate me conto q el se imaginaba eso pero con Pablito Lescano, que el daba clases como un maestro prolifero y bueno en una escuela carenciada y da las coincidencias de la vida q uno de sus alumnos (q encima lo re quiere y admira a Tate) le cuenta a Pablito Lescano (juuuuto su tio) q su maestro es re copado y entonces Pablito quiere conocerlo a toda costa y armar un show a beneficio y hacer subir a Tate al escenario y decir lo buen tipo q es!. 
Me hizo reir mucho eso hoy, son esas cosas lindas q uno piensa antes de ir a dormir! asi andamos los maricones/soñadores de una epoca apurada y medio rara

Lei hoy en un nick inteligente : "Vivimos en la era de la informacion, pero no en la del conocimiento"

En fin, Clarin, hacer filas como indios, Pablito Lescano y el chabon q canta en calle 13 pasaron por aca en esta escapadita rapida al blogg para no traicionar mi palabra de q iba a escribir seguido, q iba a compartir estas cosas (?) y sacarlas rapido de mi cabeza antes de q se pudra todo.

Otra cosa mas, hoy a la mañana en mañanas informales (ya me esta deprimiendo mucho q sean repetidos, podrian volver de una buena vez, no soy fanatica del programa pero bueno, ya basta de vacaciones jajaaaj), escuchaba a unas minas q hablaban de Brian Weiss, de vidas pasadas, de investigar mas alla de la linea del psicoanalisis y de hacer parada en que nos paso en otras vidas, esas cosas me dan miedo pero me tientan! 


Pero bueno el mundo seguira girando! porque si! el mundo gira todo el tiempo! anoche justamente pense q estaria bueno hacer ese experimento q dice q las cosas tienden a unirse, q si pones algo en el piso con el correr de los años se va a acercar a otra cosa, entonces pensaba en q algun dia cuando tenga una casa grande voy a poner dos cosas a la misma distancia, q los separe un metro ponele y despues de cinco años voy a ir a ver q onda, asi todo como un secreto re mio, que nadie mas q yo va a saber.

Me esta haciendo mal el sueño mejor me voy.

Nota para mi misma: aires acondicionados, edificios, hormigas, cuando se pierde la magia de lo que creemos amar en la vida (no en cuanto a amor de novios o parejas) y cuando todo empieza a parecer muy absurdo y te reis de la gente sabiendo q estas pecando en soberbia.

Buenas noches!